domingo, 9 de julio de 2017

Características de los pastores que abusan




Es común encontrarse con este tipo de pastores en nuestros días, se hacen llamar los "ungidos de Dios" para que nadie les diga nada de las cosas que le hacen a sus seguidores.  



Veamos algunas de las características que tienen este tipo de líderes religiosos y como evitarlos.

Los líderes espirituales que abusan son:

Son autoritarios
- Aseguran de que solamente ellos y a través de ellos Dios se comunica con su pueblo.
- Siempre le recalcan a sus congregantes que Dios los estableció cómo líderes.
- Manipulan a la gente diciendo que ellos hablan en nombre del Señor y por lo tanto los congregantes deben de apoyarlos y obedecerles.


“Porque el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido”. (Mateo 23:12) 


Se interesan mucho por su imagen personal

- Tratan de mostrar en todo momento una vida de perfecta justicia, es decir, se la dan de que ellos nunca pecan.
- Cambian su historia personal presumiendo una relación especial con Dios.

- Siempre minimizan o encubren sus errores y defectos de su carácter.


“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia”. (Mateo 23:27)



Son perfeccionistas


- Este tipo de líderes demandan obediencia ciega.

- Condenan los fracasos de cualquier tipo o tamaño.

- Le gusta promover el orgullo, elitismo y arrogancia

“Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu”. (Proverbios 16:18)

Sofocan cualquier brote de quejas

- Los líderes toman todas las decisiones y sólo informan de ellas a los miembros.

- Mencionan que todo aquel cristiano que cuestiona cualquier cosa acerca de la organización está en contra de la autoridad de Dios.

- Suprimen el pensamiento individual diciendo que tales personas levantan dudas acerca de Dios.

br />“Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro”. (Hebreos 4:16)
• Desequilibrados

- Presumen de su comportamiento y forma especial de ser para afirmar y dar validez a su supuesta relación “especial” con Dios.

- Ponen excesivo énfasis en los detalles.

- Aplican la ley bíblica al extremo.


“Mas ¡ay de vosotros, fariseos! que diezmáis la menta, y la ruda, y toda hortaliza, y pasáis por alto la justicia y el amor de Dios. Esto os era necesario hacer, sin dejar aquello”. (Lucas 11:42)

• Persuasivos

- Utilizan cualquier tipo de estrategia para engañar y manipular a sus seguidores, para que estos hagan a un lado la lógica y el razonamiento, y obedezcan lo que exigen de ellos

- Les piden a sus congregantes de forma imperativa sumisión total a sus "revelaciones" diciendo que tales mensajes que reciben provienen directamente de la "voz audible" de Dios.

- Su frase favorita es "Dios me dijo".

- Les dicen a sus seguidores que ellos son los únicos que pueden interpretar correctamente la Palabra de Dios, y nunca se preocupan en enseñarles las herramientas básicas de interpretación.


“Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan ni lo que afirman”. (1 Timoteo 1:7)


• Amenazadores

- Les encanta amenazar desde el púlpito a los miembros con castigos, o los excomulgan cuando no están de acuerdo con su "visión", y les impiden alcanzar sus metas.
- Amenazan a los demás congregantes con la condenación eterna, maldiciones, o simplemente que Dios los va a castigar si ellos no obedecen o dan sus diezmos, todo con el fin de mantenerlos bajo su yugo de sumisión.
- "Decretan" la ruina económica o una enfermedad física grave para garantizar su obediencia total.

“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza, y di a los pastores: Así ha dicho Jehová el Señor: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños? Coméis la grosura, y os vestís de la lana; la engordada degolláis, mas no apacentáis a las ovejas” (Ezequiel 34:1–3)

• Aterrorizan

- Constantemente ponen en sus miembros temor, vergüenza, duda de sí mismos, confusión en su identidad y culpabilidad.

- Les fascina echar la culpa a la congregación por los problemas dentro de la organización.

- Ponen demasiado énfasis en los problemas de sus seguidores y presentan como única solución la estricta obediencia a sus normas.


“No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza y con violencia”. (Ezequiel 34:4)

• Condenatorios

- Una de sus formas de actuar es "maldecir" o "profetizar" condenas a los que están fuera de su grupo y sobre cualquiera que decida salirse de la congregación


- Enseñan que si alguien se desvía de las enseñanzas de los líderes, se unirá a las filas de los condenados.

- Usan chivos expiatorios para explicar las fallas dentro de la organización.
“¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” (Mateo 7:4)
• Discriminatorios

- Promueven la jerarquía dentro de la iglesia, les encanta tener cargos y que los congregantes luchen por estos.
- Se preocupan por atender solamente a la gente que tiene títulos, dinero o los que son útiles al tener algún talento que ellos puedaan utilizar para seguir haciendo crecer a su organización.
- Manipulan a sus miembros diciéndoles que sus necesidades son menos importantes que las de su líder, es más los inducen a dar antes "ofrendas y diezmos" antes que atender las necesidades de su familia.

“¡Ay de vosotros, fariseos! que amáis las primeras sillas en las sinagogas, y las salutaciones en las plazas”. (Lucas 11:43)

• Legalistas


- Promueven a sus congregantes a ser exitosos dentro de su organización para que estos puedan ser aprobados y aceptados, es decir, si no tienes dinero tienes que esforzarte para poder tener un cargo.

- Exigen a sus miembros que den grandes sacrificios extremos de dinero, tiempo y energía por el bien de la organización.

- Ponen pesadas cargas sobre la gente con sus excesivas demandas que supuestamente Dios prescribe por medio de sus líderes.

“¡Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía!” (Isaías 10:1)


• Aislacionistas


- Declaran que las relaciones interpersonales fuera de la congregación son negativas y destructivas.

- Exhortan a los miembros a minimizar o descontinuar cualquier contacto con familiares, amigos y el mundo exterior.


- Presentan al mundo exterior como el lugar de pecado grotesco, de tentación y sin posibilidad alguna de redención.


“Porque si alguno no provee para los suyos, y mayormente para los de su casa, ha negado la fe, y es peor que un incrédulo”. (1 Timoteo 5:8)




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